Nadie espera que un viaje rápido a la gasolinera o una noche en un concierto termine con una lesión grave por un accidente de resbalón, pero sucede más a menudo de lo que se puede imaginar. Cuando los pasillos y escaleras no son mantenidos por los propietarios de la propiedad, es solo cuestión de tiempo antes de que un visitante, empleado o cliente se lastime en una caída. Desafortunadamente, estos tipos de lesiones también conllevan frecuentemente repercusiones de por vida y facturas médicas extremas.
Dónde y cómo ocurren las lesiones por resbalones y caídas
A diferencia de una lesión deportiva o un accidente automovilístico, los accidentes por resbalones y caídas pueden ocurrir potencialmente en cualquier lugar a cualquier peatón. Esa es una de las razones por las que los gerentes de tiendas y los propietarios de propiedades tienen un deber básico de cuidado que están legalmente obligados a cumplir para mantener a las personas seguras. Cuando una parte negligente no cumple con ese deber, usted está en particular riesgo de resbalar y caer en lugares como:
- Complejos de apartamentos
- Bares
- Oficinas de negocios
- Tiendas de comestibles
- Gimnasios
- Sitios de trabajo
- Instalaciones de cuidado a largo plazo como un hogar de ancianos
- Hospitales
- Cines
- Hogares privados
- Ubicaciones públicas como parques
- Restaurantes
- Tiendas minoristas
- Escuelas
- Aceras y estacionamientos
- Estadios
- Áreas de piscinas
Comprender exactamente cómo ocurrió el accidente es crucial para proteger sus derechos legales y buscar compensación del partido culpable que es en última instancia responsable de su caída. En casos de resbalones y caídas en Luisiana, las lesiones son a menudo causadas por:
- Iluminación ausente o insuficiente
- Barandillas rotas o faltantes
- Tapetes amontonados y otras superficies inestables
- Pasillos desordenados o escombros dejados en los pasillos
- Cambios de elevación sin señales de advertencia
- Ascensores o escaleras mecánicas mal mantenidos
- Falta de señales o barreras alrededor de áreas peligrosas
- Tablas o baldosas sueltas
- Baches
- Derrames resbaladizos no limpiados
- Pisos irregulares
Tipos de lesiones comunes por resbalones y caídas
Desafortunadamente, las lesiones específicas que sufren las víctimas en un resbalón y caída suelen ser más graves de lo que esperan. Incluso una caída corta puede resultar en daños graves y, en algunos casos, incluso lesiones permanentes. Las víctimas de resbalones y caídas pueden terminar lidiando con:
- Fracturas óseas
- Moretones, dolor y hinchazón
- Lesiones de espalda
- Dolor crónico
- Lesiones dentales
- Problemas de movilidad o incluso parálisis
- Cicatrices
- Daño en tejidos blandos
- Daño en la médula espinal
- Lesiones cerebrales traumáticas
- Lesiones de muñeca y mano
Estas lesiones pueden interferir con su capacidad para regresar a su trabajo y dificultar la realización de tareas cotidianas, desde cocinar y limpiar hasta jugar con sus hijos. Independientemente del tipo y la extensión de sus lesiones, es importante hablar con un abogado sobre tomar medidas legales contra la parte negligente que es responsable de su accidente. Esa persona podría ser el propietario privado, su arrendador, una cadena de supermercados, su empleador o incluso alguien más por completo.
Un abogado experimentado puede investigar la causa de la caída y recopilar pruebas para demostrar que la parte negligente estaba al tanto del problema, o razonablemente se esperaba que lo supiera, y no resolvió el problema antes de que usted resultara herido. Eso puede implicar hablar con testigos presenciales, recopilar videos o fotos de la escena, revisar registros del empleador y documentos médicos, y utilizar expertos en reconstrucción de accidentes para demostrar que la caída podría haberse evitado.
Por ejemplo, si un propietario o dueño de una tienda no reparó una fuga que causó pisos resbaladizos o no reemplazó bombillas quemadas en una escalera, pueden legalmente deberle una compensación. Con la ayuda de un abogado experimentado en resbalones y caídas, puede buscar recuperar daños por salarios perdidos mientras pasa tiempo recuperándose, el costo de sus facturas médicas y compensación por daños no económicos como dolor, sufrimiento y trauma emocional.
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